¿Qué es la climatización?
Los sistemas de climatización sirven para la regulación artificial de la temperatura , humedad y limpieza del aire en una vivienda, mediante el uso de calefacción, refrigeración y ventilación.
El Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) establece los siguientes valores de temperatura y humedad relativa para disfrutar de confort:
Condiciones ideales de climatización en casa:
- Verano: La temperatura ideal es entre 23 a 25ºC. Y la humedad entre 45 a 60%.
- Invierno: Temperatura ideal: entre 21 a 23ºC. Y humedad relativa entre 45 a 50ºC.
¿Qué es un sistema de climatización?
Está compuesto por equipos compuestos que crean un sistema para dar una aclimatación al ambiente donde el equipo sea instalado.
Esta tecnología está diseñada con el objetivo de tratar el aire para obtener un control simultáneo de humedad, temperatura, limpia y una distribución en los espacios interiores como pueden ser en una habitación, un piso o en un edificio.
Existen diferentes sistemas de climatización para lograr el confort en la vivienda.
Tipos de sistema de climatización
1. Bombas de calor aire – agua
Este sistema se basa en la climatización aerotecnia.
Los sistemas basados en una bomba de calor aire-agua utilizan la energía del aire circundante para calentar, refrigerar y calentar el agua. Una bomba de calor funciona de la misma manera que cualquier otro aparato de refrigeración, salvo que puede invertirse. Al invertir el flujo de refrigerante se pasa de refrigeración a calefacción.
Calefacción
La bomba de calor aire-agua toma el calor del aire exterior y lo transfiere a un circuito de agua. Este circuito de agua puede distribuirse a continuación a los radiadores, a las unidades de tratamiento de aire o al suelo radiante, que a su vez transfieren el calor del agua al ambiente.
Refrigeración
El calor del agua es calentado por el intercambiador de calor interno. Estas unidades incluyen un serpentín, un intercambiador con aletas o un intercambiador refrigerante/agua.
Este sistema de climatización hogar es limpio, eficiente, fomenta ahorro energético y no emite CO2 en la atmósfera, siendo un sistema respetuoso con el medio ambiente.
2. Aire Acondicionado
Funciona con dos unidades de intercambio de calor, una en la unidad exterior y otra en la interior.
El proceso comienza con el refrigerante gaseoso de baja presión generado en el evaporador. Este gas se dirige hacia el compresor. El compresor comprime el gas dentro de la unidad exterior del sistema. El compresor comprime el refrigerante, haciendo que pase del estado gaseoso al líquido. Durante este proceso también se libera mucho calor. Este es el primer intercambio de calor.
El refrigerante se encuentra en estado líquido cuando llega a la válvula de expansión. A continuación, pasa en pequeñas cantidades al evaporador. La baja presión hace que el refrigerante líquido pase a la forma gaseosa utilizando el calor del aire ambiente. Este es el segundo mecanismo de intercambio de calor. El ventilador se mueve a través del filtro mientras enfría la habitación.
Este sistema elimina el calor y la humedad del aire para mejorar el ambiente en un espacio cerrado. Un sistema de aire acondicionado puede eliminar microorganismos y partículas alérgicas del ambiente en ciertos casos. Esto puede ayudar a mejorar la salud de los que viven dentro del espacio.
Tanto los entornos domésticos como los industriales pueden tener instalados sistemas de aire acondicionado. En el primer caso se instalan para mejorar el confort de los residentes de un piso, casa o edificio.
3. Sistemas solares térmicos
Si lo que se busca es reducir la demanda energética o tener una vivienda más sostenible, la energía solar térmica es una de las mejores alternativas.
Este tipo de sistema aprovecha la energía solar para producir agua caliente, siendo un apoyo eficaz a la climatización o calefacción de piscinas.
La conversión de la energía solar radiante en calor, o energía térmica, es la energía solar térmica. El uso de paneles solares permite calentar directamente el agua, que puede alcanzar temperaturas de entre 40o y 50oC. El agua caliente puede almacenarse para su consumo futuro, como el calentamiento de agua sanitaria y los usos industriales.
La energía solar térmica utiliza la energía directa de la luz solar para calentar líquidos. La energía solar fotovoltaica es diferente porque utiliza las propiedades físicas de ciertos materiales semiconductores para producir electricidad a partir de la radiación solar.
A la hora de almacenar la energía hay que distinguir dos tipos de sistemas de almacenamiento:
Sistemas de almacenamiento con un solo medio. El mismo fluido que circula por los colectores solares se utiliza como medio para almacenar la energía térmica. Este sistema tiene un alto rendimiento, superior al 90%.
Una vez que la radiación solar entra en la atmósfera, la intensidad de la energía utilizable es muy baja. Su uso depende de la temperatura a la que se acabe utilizando. La energía solar térmica puede clasificarse según su uso en baja, media o alta temperatura. Para la producción de electricidad, sólo esta última es aceptable.
4. Calderas
Hay muchos tipos de calderas de gas, se diferencian, según su funcionamiento, según su rendimiento o consumo, pueden ofrecer un importante ahorro y un mayor confort para el hogar.
Las calderas son el elemento principal de los sistemas de calefacción que se basan en circuitos cerrados de agua. Para calentar las calderas de gas se utiliza el gas natural.
Hay calderas que pueden utilizar gas butano o propano para alimentar los circuitos de agua caliente, pero el gas natural es más seguro y práctico.
Si tienes alguna duda más al respecto, en Oyrsa te brindaremos toda la orientación necesario al respecto.